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Tener una buena digestión es sumamente importante, sobre todo si se quieren evitar un gran número de problemas estomacales. Cuando la digestión es muy lenta, las personas pueden experimentar hinchazón, gases, dolor, náuseas y estreñimiento, entre otros síntomas más.
Pero, ¿qué hacer para mejorar la digestión?, ¿cómo lograr que la digestión tenga la velocidad adecuada?
En este artículo te contamos cuáles son algunos de los hábitos que recomiendan los especialistas para mejorar la digestión, cómo factores como la alimentación, la calidad del sueño y la actividad física intervienen en esto, y qué indicadores tomar en cuenta para saber si es necesario acudir a un centro de atención médica.
ÍNDICE
Hábitos y estrategias para mejorar la digestión
Hay muchos factores que afectan la digestión y que pueden provocar problemas estomacales, como gases, acidez, estreñimiento o diarrea, según resalta Healthline. Sin embargo, basta con hacer algunos cambios en el estilo de vida y en los hábitos alimentarios para tener una buena digestión.
Uno de estos hábitos o estrategias está relacionado con la forma en la que comemos, y es que, en la opinión de los especialistas, la digestión comienza en la boca. Masticar bien los alimentos ayuda a que las enzimas del tracto digestivo los descompongan de una manera más efectiva.
Es decir, el estómago tiene que trabajar menos al momento de hacer la digestión. Esto, además, puede servir para prevenir síntomas o problemas estomacales como la indigestión y la acidez.
Otra recomendación para mejorar la digestión es consumir suficiente fibra en los alimentos. Una dieta equilibrada, rica en fibra, presente en alimentos como las frutas, verduras, legumbres y cereales integrales, favorece el tránsito intestinal y previene el estreñimiento.
WebMD explica que es necesario consumir entre 20 y 35 gramos de fibra cada día para facilitar el trabajo del sistema digestivo. Asimismo, resalta los beneficios de estos alimentos, y explica que no solo previenen el estreñimiento, sino que tienen un impacto positivo en la salud del corazón y en los niveles de azúcar en la sangre.
Para complementar, los especialistas también recomiendan:
- Cenar temprano y evitar comer más de lo necesario.
- Reducir el consumo de bebidas gaseosas.
- Incorporar el consumo de lácteos fermentados como yogur o kéfir para fortalecer la flora intestinal.
- Evitar beber líquidos entre comidas.
- Consumir suficiente agua a lo largo del día para mantenerse hidratado.
- Reducir el consumo de sal para evitar la retención de líquidos. Una dieta baja en sodio puede ser de mucha ayuda.
- Consumir grasas saludables.
En caso de que sea necesario, también se puede recurrir al uso de suplementos digestivos o infusiones digestivas para aliviar las molestias estomacales. Para finalizar este apartado, hay que mencionar que evitar factores de riesgo como el estrés, el sedentarismo, y el consumo de alcohol y tabaco puede favorecer la digestión y prevenir problemas estomacales desagradables.
Para seguir profundizando en el tema, te recomendamos leer nuestro artículo sobre cómo combatir el estrés y los hábitos negativos.

Hábitos que pueden ralentizar la digestión
Así como hay hábitos que sirven para mejorar la digestión, existen otros que pueden hacer todo lo contrario y perjudicarla. Uno de ellos está vinculado al consumo de sal, que tiene un impacto negativo sobre el organismo, y si no se controla puede ser causa de diferentes enfermedades.
Un artículo publicado en la National Library of Medicine habla sobre esto y señala que una dieta alta en sodio puede inhibir la secreción de enzimas digestivas y alterar la microbiota intestinal. Esto no quiere decir que no se deba consumir sal, solo que se debe hacer de manera controlada y sin excederse.
Otro punto que debemos abordar es el del consumo de bebidas gaseosas, que representa un problema para la salud de las personas, especialmente en algunos países de Latinoamérica donde el consumo de este tipo de bebidas es muy alto. Eating Well explica que consumir bebidas gaseosas irritan el revestimiento del estómago y puede afectar significativamente el cuerpo, y agravar los síntomas de personas que tienen problemas digestivos como gastritis, úlceras y reflujo ácido.
Además, estas bebidas están asociadas a enfermedades como la obesidad, la diabetes tipo 2, las enfermedades cardíacas, las enfermedades reales y las enfermedades hepáticas no alcohólicas.
El alcohol, que también está integrado dentro de los hábitos de consumo de muchas personas, puede afectar el revestimiento del estómago, provocar inflamación y afectar los procesos digestivos. A esto se suma, que su consumo está asociado con un mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas como el cáncer de estómago, según resalta Guts UK.
Aunque para muchos estos hábitos que mencionamos son parte de la cotidianidad y pueden parecer inofensivos, la verdad es que pueden tener un impacto negativo sobre la salud y el bienestar de las personas. Con esto último no solo nos referimos a los problemas gastrointestinales que se puedan derivar de ellos, sino a un gran número de enfermedades.
Factores que afectan la velocidad de la digestión
Gastroenterology Associates of New Jersey explica que hay un gran número de factores que afectan la velocidad de la digestión, dentro de los que se encuentran la alimentación, la cantidad de ejercicio o actividad física que realiza la persona, y algunos trastornos como el síndrome de intestino irritable, la disfunción tiroidea y la diabetes.
Todo lo que consumimos tiene un efecto particular en el sistema digestivo, que, dependiendo de la elección, puede ser positivo o negativo. Los alimentos ricos en fibra, como las verduras y los granos integrales, por ejemplo, sirven para regular la velocidad de la digestión, promueven el tránsito intestinal y previenen problemas como el estreñimiento.
Por otro lado, los alimentos procesados y altos en grasas saturadas pueden ralentizar la digestión, causando pesadez y malestar. Elegir bien los alimentos puede hacer una diferencia importante y contribuir al bienestar general de las personas.
La Brigham Young University habla de otro factor que ya mencionamos al principio de este artículo, el estrés. En uno de sus artículos, se resalta que lo que sucede en el cerebro afecta de forma directa al estómago, y que en las situaciones de estrés el organismo inhibe la digestión.
Esto último sucede porque el cuerpo debe redirigir sus recursos a la activación de la respuesta de huida o lucha. Es decir, se reducen las contracciones de los músculos digestivos y las secreciones necesarias para la digestión, para poder hacer frente a la que se considera una amenaza.
Todo esto no solo produce malestar estomacal, sino que está asociado a problemas de reflujo ácido, hinchazón, constipación, calambres, diarrea e indigestión, entre otros síntomas más.
Pero, así como hay factores negativos, también hay factores positivos. La hidratación, la higiene del sueño y el ejercicio, por ejemplo, se consideran factores que benefician la salud digestiva.
La Cleveland Clinic habla de los efectos del ejercicio en la velocidad de la digestión, y explica que la actividad física no solo beneficia los grandes grupos musculares, sino que favorece la activación de los músculos del intestino y ayuda a que el ritmo de tránsito intestinal sea el adecuado. Otras de las razones por las que se recomienda el ejercicio son que mejora la circulación, tonifica los músculos digestivos y permite que las personas tengan un metabolismo saludable.

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Ejercicios y técnicas para favorecer el proceso digestivo
El artículo de la Cleveland Clinic, que ya citamos en el apartado anterior, resalta que para favorecer el proceso digestivo se puede hacer cualquier tipo de ejercicio aeróbico. Lo ideal es empezar lentamente, elegir una actividad que se ajuste a las capacidades y condiciones físicas de cada persona, y hacer al menos 150 minutos de actividad física durante la semana.
Dentro de estos ejercicios se pueden incluir caminatas, ciclismo, natación, yoga y ejercicios isométricos, entre muchos otros más. Todo depende de las preferencias particulares de cada persona.
De cualquier manera, antes de empezar a ejercitarse es importante consultar a un especialista para asegurarse de realizarlos de la manera adecuada y evitar cualquier tipo de complicación.
Asimismo, hay que tener presente todos los factores que mencionamos a lo largo del artículo, ya que alimentarse de forma saludable y tener buenos hábitos también influye en el bienestar del sistema digestivo.
¿Cuándo consultar a un especialista?
Es importante buscar la ayuda de un profesional si se presentan algunos problemas digestivos o gastrointestinales como dolor abdominal, o si hay cambios importantes en los hábitos intestinales. Es decir, si hay episodios frecuentes de diarrea, o si la frecuencia de las evacuaciones baja a menos de tres veces por semana.
Otros síntomas a los que se le debe prestar atención son la acidez estomacal, la hinchazón, el sangrado rectal, la presencia de sangre en las heces. Todo esto puede ser un indicador de que algo no está bien, y que se requiere de una evaluación médica.
Con este tipo de situaciones es mejor acudir de forma inmediata a consulta con un profesional y evitar que la situación empeore. Un especialista puede determinar cuáles son las causas detrás de los problemas intestinales de una persona, y ofrecer recomendaciones personalizadas en torno a la alimentación y otros hábitos que pueden favorecer la digestión y la salud de forma general.
Fuentes:
- https://www.eatingwell.com/article/8049673/what-soda-does-to-your-body/
- https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/19502016/
- https://www.healthline.com/nutrition/ways-to-improve-digestion
- https://www.webmd.com/digestive-disorders/ss/slideshow-digestion-tips
- https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC5627008/
- https://www.news-medical.net/news/20120521/Salt-intake-why-is-it-bad-for-you.aspx
- https://gutscharity.org.uk/advice-and-information/health-and-lifestyle/alcohol-the-digestive-system/
- https://www.ganjllc.com/digestion-long-take-factors-influence/
- https://health.clevelandclinic.org/gut-health-workout
- https://www.viamedsalud.com/patologias/aparato-digestivo/cuanto-tarda-hacer-digestion/
- https://caps.byu.edu/stress-and-the-digestive-system