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La cinetosis o mareos del viajero suele presentarse de manera repentina cuando las personas están en movimiento, bien sea en un vehículo como el coche o barco, o en atracciones lúdicas como la montaña rusa, como las más comunes.
En este artículo te explicaremos en qué consiste la cinetosis, cuáles son sus síntomas y de qué manera puedes evitar experimentar esta desagradable sensación.
ÍNDICE
¿Qué causa la cinetosis?
Si bien las causas de la cinetosis no han sido definidas de un modo certero, se presume que la principal causa es la estimulación de una forma excesiva del aparato vestibular por el movimiento.
De esta manera, al tratarse de un problema por movimiento, suele ocurrir tan solo cuando están intactos el octavo nervio craneal y las extensiones vestibulares del cerebelo.
Por causa de los movimientos producidos en cualquier medio de transporte, el líquido que se halla en el laberinto (endolinfa) en el interior de los oídos le transmite al cerebro informaciones diferentes a las que ven los ojos, dando origen a un conjunto de síntomas molestos.
¿Cuáles son los síntomas de la cinetosis?
Los síntomas de la cinetosis se pueden presentar de una manera repentina, siendo un padecimiento que viene acompañado con náuseas, vómitos, molestias abdominales, palidez, mareos, diaforesis, entre otras.
Al respecto, tu rostro puede palidecer y podrías llegar a tener sudores fríos, así como pueden surgir mareos, fatiga y dolores de cabeza, al igual que una sensación de somnolencia y mucha dificultad para poder concentrarte.
Antes del vómito, puedes presentar un aumento de la salivación; tragar demasiado aire, es decir, experimentar aerofagia o también es posible evidenciar que la frecuencia respiratoria aumenta de una manera irregular, llegando incluso a producir hiperventilación, que a su vez genera una intensa sensación de desmayo.
Por otro lado, las náuseas y los vómitos te harán experimentar debilidad, mientras que cuando los vómitos son frecuentes, pueden causar que la presión arterial baje y se produzca deshidratación.
No obstante, los síntomas conllevan a que exista la necesidad de detener el movimiento o que tengas que bajarte del vehículo.
Dado el caso de que se trate de un viaje prolongado, como los de barco, podrás irte adaptando poco a poco al movimiento con la ayuda de los estabilizadores que se usan en los barcos modernos para lograr que el movimiento se minimice, ayudándote a su vez a que puedas recuperarte de forma gradual.
¿Cuáles son los factores de riesgo de la cinetosis?
Los factores que pueden incrementar los riesgos de desarrollar cinetosis o incluso, aumentar la gravedad de los síntomas de este trastorno son los siguientes:
- Escasa ventilación con exposición a elementos tales como monóxido de carbono, humo, vapores, entre otros.
- Factores hormonales como el uso de anticonceptivos hormonales o un embarazo.
- Laberintitis, es decir, la infección e hinchazón del oído interno que puede causar vértigo.
- Factores emocionales como ansiedad por viajar solo o miedo a desarrollar cinetosis, que en combinación con los movimientos que producen, aceleran el problema.
- Leer o fijar la vista en el teléfono durante el trayecto.
- Fijar la mirada en objetos que estén en movimiento.
¿Cómo evitar la cinetosis?
Como hemos ido contando, la cinetosis puede presentarse en circunstancias en las que se viaja en automóvil u otro medio de transporte terrestre y este frena de golpe varias ocasiones. También suele surgir en las carreteras en las que hay subidas, bajadas o curvas.
Las mujeres tienden a ser mucho más propensas a padecer este problema que los hombres, mientras que, en el caso de los niños, pueden llegar a presentar síntomas más agudos debido al hecho de que no tienen desarrollado por completo el sistema del oído.
Con respecto a cómo evitar la cinetosis, algunos consejos para que puedas reducir la percepción del movimiento son las siguientes:
- Siéntate en la parte delantera del vehículo o en el centro del barco para reducir la sensación de movimiento.
- Mira hacia el frente o hacia un punto fijo, tal como el horizonte.
- Mantén tan quietos como puedas la cabeza y el cuerpo.
- Cierra los ojos y respira lentamente, concentrándote en tu respiración.
- Procura respirar aire fresco y si tienes la posibilidad de hacerlo, abre la ventanilla si estás en un vehículo o sal hasta la cubierta si se trata de un barco.
- Interrumpe los trayectos largos, bien sea para respirar aire fresco, dar un paseo o beber agua, porque es muy importante.
- No leas, veas películas, ni uses aparatos electrónicos durante el viaje.
- No mires objetos que estén en movimiento, tales como olas o vehículos que pasan.
- Si te producen malestar las atracciones de ferias, procura no subirte a estas.
- Evita emplear asientos que miren hacia atrás o que vayan en sentido contrario a la dirección del movimiento.
- Intenta dormir durante el viaje.
Presta atención a lo que comes
No consumas comidas pesadas, picantes, ni ingieras alcohol un poco antes o durante el viaje.
Los platos muy abundantes o alimentos procesados pueden ser causantes de mareos durante los viajes, haciendo que experimentes náuseas que agravarán el cuadro o harán que sea insoportable. Tampoco es favorable que tengan un olor o sabor fuerte.
Por el contrario, durante los viajes prolongados, se pueden consumir pequeñas cantidades de líquidos y alimentos blandos, ricos en féculas y bajos en grasa, observándose que hay personas que optan por galletas secas y bebidas carbonatadas.
En el caso del alcohol, no es recomendable que lo ingieras antes ni durante el viaje porque incrementa las posibilidades de que se produzcan mareos. Lo mismo ocurre con el cigarrillo.
Una alternativa que se aplica durante los viajes es mascar chicle, puesto que aumentará la saliva y al tragarla, vas a estimular los movimientos gástricos en el estómago, disminuyendo con esta práctica las ganas de vomitar.
Tampoco es aconsejable que viajes en ayunas, debido a que se podría producir acidez estomacal. No obstante, al tratarse de un viaje en avión con un tiempo corto, en especial si este es un transporte pequeño, puede resultar más conveniente evitar la ingesta de alimentos y líquidos.
La adaptación puede ser un tratamiento para la cinetosis
En la medida que te expongas más al estímulo que genera el mareo del viajero, habrá menos probabilidades de que ese estímulo provoque alguna respuesta.
Sin embargo, la reacción puede llegar a ser específica al estímulo, de modo que cuando una persona ya está acostumbrada a los movimientos que se producen en los barcos, de igual forma podría sentir mareos en un pequeño bote.
Por otro lado, hay quienes deciden optar por terapias alternativas que, pese a que no han sido probadas científicamente, les parecen útiles, pudiendo mencionarse a las pulseras que aplican acupresión o estimulación eléctrica, así como la ingesta de jengibre en galletas o infusiones.
Es muy útil ofrecer distracciones a los niños
En vista de que los niños tienden a ser mucho más vulnerables a este padecimiento, es de suma importancia distraerlos durante el viaje, bien sea conversando con ellos, escuchando música o incluso, cantando.
Cuando estos infantes comienzan a marearse en un viaje en automóvil, algunos padres optan por detener el vehículo tan pronto como les sea posible, dejando que estos caminen o se acuesten boca arriba, cerrando sus ojos durante algunos minutos. También pueden colocarles un paño frío en la frente.
Consulta a un médico sobre qué fármacos consumir para tratar la cinetosis
Antes de irte de viaje, es recomendable que si eres alguien propenso al mareo cinético, pidas a un médico, que te recomiende qué tomar para la cinetosis, pudiendo optar por un medicamento de venta libre con el que puedas prevenirla.
Estos tratamientos para la cinetosis se pueden tomar incluso antes de que los síntomas empiecen a manifestarse, porque podrían ser menos eficaces cuando se administran después de que ya han empezado.
Conclusión
La cinetosis es un padecimiento que puede resultar bastante desagradable, y suele surgir cuando se mueve demasiado el medio en el que te encuentres y no por acción propia, siendo una preocupación real y válida para aquellos que la padecen, de modo que debe tomarse con la seriedad que amerita.
Asimismo, hay que resaltar el hecho de que cada persona puede llegar a ser más o menos susceptible a este padecimiento, así como el hecho de que la administración de fármacos para tratarla debe hacerse de manera responsable y contando con el apoyo de especialistas en el ámbito de la salud.