Antibióticos y alcohol: lo que necesitas saber sobre sus efectos

¿Qué ocurre al mezclar antibióticos y alcohol?

Tomar cantidades moderadas de alcohol no necesariamente reduce la efectividad de los medicamentos, pero en algunas ocasiones puede provocar deshidratación, malestar estomacal, problemas para dormir y una reducción significativa en la respuesta inmunitaria del cuerpo.

Además, cuando se mezcla con medicamentos específicos, puede provocar efectos secundarios graves, incluyendo problemas hepáticos, según resalta Drugs.com.

Debes tener presente que este artículo cumple con un propósito informativo y educativo, por lo que, ante cualquier duda, lo mejor es consultar a un especialista.

Cambios en la flora bacteriana

Tanto los antibióticos como el alcohol generan cambios en la flora bacteriana, y afectan tanto a las bacterias dañinas como a las bacterias beneficiosas. Estos cambios pueden generar diferentes reacciones, incluyendo algunos problemas digestivos como diarrea e hinchazón.

El MD Anderson Cancer Center, de la Universidad de Texas, habla sobre los efectos del alcohol en el microbioma intestinal, y explica que las bebidas que lo contienen pueden cambiar significativamente la composición de la flora bacteriana, y hacer que pase de un estado de homeostasis, a un estado de disbiosis.

Reacciones al mezclar alcohol y antibióticos

Consumir alcohol y antibióticos al mismo tiempo puede generar diferentes reacciones en el cuerpo, dentro de las que se encuentran mareos, náuseas, vómitos, dolor de cabeza y taquicardia. El riesgo de que estas reacciones se presenten depende de la cantidad de alcohol que se consuma y, en algunos casos, del medicamento.

En algunos casos, incluso pequeñas cantidades de alcohol están contraindicadas, ya que, al mezclarse con cierto tipo de medicamentos, pueden generar reacciones graves en el cuerpo.

Efectos secundarios comunes

Los efectos secundarios varían en función del medicamento, y en algunos casos pueden ser más graves que en otros. Sin embargo, dentro de los más comunes, se encuentran:

• Náuseas.
• Vómitos.
• Fiebre.
• Sudoración.
• Presión arterial elevada.
• Fatiga.
• Dolor de cabeza.
• Enrojecimiento facial.

Hay que tener presente que tanto los medicamentos como el alcohol están asociados a ciertos efectos secundarios, que se pueden intensificar cuando se mezclan. Ante la duda, lo mejor es evitar la mezcla de antibióticos y alcohol.

Para profundizar más en el tema, te recomendamos leer uno de nuestros artículos, en el que explicamos a quién afecta más el alcohol y cuáles son algunos de sus efectos negativos.

Interacciones peligrosas

El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS por sus siglas en inglés) habla de las interacciones que pueden ocurrir entre el alcohol y ciertos antibióticos, y resalta que con algunos medicamentos como el metronidazol y el tinidazol se debe evitar por completo cualquier bebida alcohólica, incluso hasta 72 horas de haber terminado el tratamiento.

Incluso cuando se trata de cantidades moderadas, se puede presentar una reacción conocida como efectos de disulfiram, que incluyen los síntomas comunes que ya hemos mencionado y problemas respiratorios.

Vale resaltar que todo esto se puede presentar con mayor intensidad si se tiene intolerancia al alcohol. En este sentido, lo mejor es mantenerse alejado de las bebidas alcohólicas hasta terminar el tratamiento. 

Riesgos y contraindicaciones

El alcohol y los antibióticos pueden ser una mezcla peligrosa, según Healthline. Precisamente por ello, los especialistas recomiendan evitar el alcohol cuando se están tomando ciertos medicamentos.

Hay que tener en cuenta que los medicamentos pueden tener ciertos efectos secundarios, y es más probable que las personas los experimenten si los mezclan con alcohol. Además, con algunos antibióticos el riesgo es mayor, y es posible que se presenten síntomas como náuseas, vómitos, dolor de cabeza, hipertensión, aumento del ritmo cardíaco y calambres estomacales.

Problemas de resistencia bacteriana

Una de las razones por las que no se recomienda mezclar alcohol y antibióticos es que se corre el riesgo de desarrollar problemas de resistencia bacteriana. Esto sucede porque el alcohol puede interferir con la absorción de los antibióticos en el cuerpo, y disminuye significativamente su eficacia.

La consecuencia de esto es que cada vez resulte más difícil tratar las infecciones con antibióticos, prolongando el tiempo que la persona necesita para recuperarse.

La lista de beneficios de no beber alcohol es muy amplia, especialmente si se tiene en cuenta la cantidad de efectos secundarios que tienen las bebidas alcohólicas.

¿Por qué el consumo de alcohol puede reducir la efectividad de los antibióticos?

La mezcla de alcohol con antibióticos puede reducir la efectividad de estos últimos por varios factores que ya hemos mencionado, como la resistencia bacteriana y el impacto que tiene el consumo de bebidas alcohólicas sobre el sistema inmunológico y el metabolismo. Todo esto hace que tratar una infección y recuperarse de ella tome más tiempo.

Casos específicos y excepciones

Las opiniones sobre la mezcla de antibióticos y alcohol son muy variadas, y algunos especialistas no la recomiendan, independientemente de la cantidad de alcohol y del medicamento que se tome. Para otros, puede haber algunas excepciones, sobre todo, cuando se trata de un consumo moderado.

Según MedlinePlus, el consumo moderado de alcohol hace referencia a no más de un vaso por día si se es mujer, y dos vasos por día si se es hombre.

Antibióticos que permiten consumo moderado de alcohol

No existe algo como una lista de antibióticos que permiten un consumo moderado de alcohol. En todo caso, lo que se puede hacer es consultar a un especialista para determinar cuáles son los riesgos, y tener en cuenta que, con ciertos antibióticos, de los que hablaremos más adelante, no se debe evitar por completo el consumo de bebidas alcohólicas.

Antibióticos con mayor riesgo al mezclarse con alcohol

El artículo de Healthline aclara cuáles son los antibióticos que generan un mayor impacto sobre el organismo si se mezclan con alcohol, y dentro de ellos destaca el metronidazol, el tinidazol, el ketoconazol, la cefoperazona y el cefotetan.

La lista de medicamentos que tienen interacciones de riesgo con el alcohol es muy amplia. Por ello, recomendamos consultar a un médico en caso de que se tenga dudas, y si no es posible, evitar la mezcla. 

Consejos médicos sobre antibióticos y alcohol

Los consejos médicos sobre el consumo de antibióticos y alcohol, generalmente se orientan a evitar la mezcla. Sin embargo, esto puede variar en función del criterio del especialista, tomando en cuenta las características particulares de cada persona y su historia clínica.

Si quieres evitar los efectos negativos de las bebidas alcohólicas, te recomendamos leer nuestro artículo sobre los 12 pasos para dejar el alcohol.

¿Cuándo es seguro consumir alcohol tras finalizar el tratamiento?

Esto depende de los medicamentos que se estén consumiendo, sin embargo, si tomamos como referencia el artículo del NHS que citamos antes, lo ideal es esperar entre 48 y 72 horas después de haber finalizado el tratamiento con antibióticos para beber bebidas alcohólicas.

Tiempos recomendados según el tipo de antibiótico

Cada antibiótico funciona de una manera particular, por lo que el tiempo de espera para consumir alcohol puede variar. Para algunos antibióticos, como la amoxicilina, puede ser una espera de 48 horas; mientras que, para otros, como el metronidazol, el tinidazol, el ketoconazol, la cefoperazona y el cefotetan es necesario esperar 72 horas. 

Preguntas frecuentes sobre mezclar antibióticos y alcohol

Para ayudarte a resolver cualquier duda que tengas sobre el tema, te compartimos un listado de preguntas frecuentes sobre la mezcla de antibióticos y alcohol.

¿Influye la cantidad de alcohol ingerida?

Sí, la cantidad es un factor que influye. Mayo Clinic señala que consumir una cantidad modesta de alcohol no afecta a la mayoría de los antibióticos, aunque el consumo de este tipo de bebidas disminuye la energía y hace que tome más tiempo recuperarse de una enfermedad.

Solo con algunos antibióticos, como el metronidazol, el tinidazol, el sulfametoxazol y la trimetoprima, no se debe consumir ninguna cantidad de alcohol, porque se puede generar una reacción grave.

¿Qué debo hacer si estoy tomando un medicamento y tengo una fiesta?

En este tipo de casos la recomendación sigue siendo la misma, evitar el consumo de alcohol hasta terminar el tratamiento. Las personas pueden ir a una fiesta y divertirse sin tener que consumir bebidas alcohólicas.

¿Cómo se relaciona el alcohol con el ibuprofeno?

El ibuprofeno no es un antibiótico, sino un antiinflamatorio no esteroideo. Cuando este medicamento se mezcla con alcohol, se pueden presentar diferentes efectos secundarios, incluyendo problemas estomacales.

¿Hay alguna bebida que ocasione más conflicto que otra?

Todas las bebidas alcohólicas tienen un impacto negativo sobre el cuerpo, y pueden causar ciertas interacciones al mezclarse con antibióticos. Sin embargo, entre más alta es la graduación alcohólica de la bebida, más alto es el riesgo de que se presenten los síntomas que hemos mencionado a lo largo del artículo.

¿Qué debo hacer si durante un tratamiento con medicación tomo alcohol?

El alcohol y los medicamentos pueden interactuar de manera dañina, por lo que se recomienda consultar a un especialista si se presentan efectos secundarios. Si es posible, se debe evitar esta mezcla, especialmente, por el impacto que puede llegar a tener en el organismo.