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El impacto de ser un fumador pasivo sobre la salud

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Ejemplo de fumadora pasiva evitando el humo del tabaco

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Según la Organización Mundial de la Salud, el tabaco mata a más de ocho millones de personas cada año, incluyendo un estimado de 1.3 millones de personas que no fuman, pero que están expuestas al humo de segunda mano.

Esto quiere decir que no solo afecta a quien lo consume, sino a las personas del entorno cercano que están expuestas a los agentes químicos del tabaco.

En este artículo explicamos de manera detallada qué es un fumador pasivo, qué es el humo de segunda mano, y cuáles son algunas de las principales consecuencias del tabaco y de la exposición a su humo. De igual manera, compartimos algunas recomendaciones para evitar sus efectos negativos, y respondemos a algunas de las preguntas frecuentes que suelen existir sobre el tema.

Si eres fumador o fumadora y estás penando en dejar de fumar, te recomendamos leer nuestro post sobre cómo superar los peores días cuando dejas de fumar. Puede que te resulte de ayuda. 

¿Qué es un fumador pasivo?

El concepto de fumador pasivo hace referencia a una persona que no fuma, pero está cerca de personas que sí lo hacen, y está expuesta a lo que se conoce como humo de segunda mano. Esto puede ocurrir en diferentes entornos, como el lugar de trabajo, bares, restaurantes y algunos espacios públicos.

El punto importante en esta definición, es que el fumador pasivo no tiene control sobre su exposición al humo de tabaco. Esta pasividad, es una característica principal, sobre todo en ciertos grupos de la población como los niños y los adultos mayores, aunque también afecta a los adultos de manera general.

Se debe tener presente que la exposición al humo de segunda mano se asocia con diferentes problemas de salud, por lo que en algunos países también se ha convertido en un tema de salud pública, y se han desarrollado algunas regulaciones para limitar los espacios en los que se puede fumar. 

¿Qué es el humo de segunda mano?

El humo de segunda mano, según la Cleveland Clinic, es el humo que se respira cuando otras personas queman productos de tabaco como cigarrillos, puros o pipas. En él se mezclan tanto el humo que sale de la quema de estos productos, como el humo que exhalan las personas que los consumen.

Cuando una persona está expuesta a este humo, se dice que es un fumador pasivo, que fuma de manera involuntaria, o que está expuesta al tabaquismo ambiental.

Este humo contiene más de 7,000 sustancias químicas, muchas de las cuales son tóxicas y al menos 70 son cancerígenas. Dentro de estas sustancias se encuentra el benceno, el butano, el amoniaco y el formaldehído, una sustancia química que se utiliza en los líquidos para embalsamar y en algunos materiales de construcción.

En relación a esto, también hablamos en otra ocasión de los alimentos cancerígenos que nuestros expertos recomiendan eliminar de la dieta. 

Efectos negativos del humo de segunda mano

El humo de segunda mano tiene un gran número de efectos negativos sobre el cuerpo, y puede afectar profundamente la salud de las personas que están expuestas a él. Además, según el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS), este humo puede ser invisible y no presentar ningún olor, por lo que las personas pueden estar expuestas a sus efectos negativos sin darse cuenta.

Diferentes instituciones de salud han confirmado que este tipo de humo puede incluso ser un factor de riesgo para desarrollar cáncer de pulmón y otras enfermedades respiratorias a las que están expuestas las personas que fuman.

Para entender mejor cuáles son estos efectos de los que hablamos, pasemos a ver cómo afectan a grupos muy específicos de la población como los niños, las personas mayores y las mujeres embarazadas.

Ejemplo de bebé como fumador pasivo en el entorno familiar.

Efectos sobre los niños

El artículo de la NHS que recién citamos, resalta que el humo de segunda mano tiene efectos negativos, sobre todo, en los niños. Esto se debe a que en ellos no se han desarrollado las vías respiratorias, los pulmones y el sistema inmunológico.

De esta manera, los niños que viven en ambientes en los que al menos una persona fuma, son más propensos a desarrollar:

Para evitar estas y otras complicaciones, es fundamental prestar atención al humo de tabaco, y no fumar en espacios en los que el humo pueda quedar presente de manera residual. Abrir puertas o ventanas dentro de un espacio no ayuda, porque el humo permanece dentro del espacio durante varias horas.

Efectos sobre las mujeres embarazadas

Las mujeres embarazadas que inhalan humo de tabaco ambiental están expuestas a una mezcla de sustancias tóxicas y cancerígenas, como las que mencionamos antes, que pueden atravesar la barrera placentaria y afectar el desarrollo fetal.

Cancer Research UK también habla del impacto que tiene el humo de segunda mano sobre las mujeres embarazadas, y destaca los efectos negativos a los que está expuesto el feto. En muchos casos, el humo de segunda mano puede hacer que haya un mayor riesgo de bajo peso al nacer, y de muerte súbita.

Además, este humo puede afectar el desarrollo neurológico y cognitivo del feto, lo que puede tener repercusiones a largo plazo.

Este grupo requiere especial atención, por eso hemos preparado un artículo sobre los cuidados durante el embarazo. Lo tienes disponible en el enlace anterior.

Efectos sobre adultos mayores y personas con enfermedades crónicas

Otro grupo que es especialmente vulnerable a los efectos del humo de segunda mano son los adultos mayores y las personas que tienen alguna enfermedad crónica. Estas personas son más vulnerables porque tienen algunas condiciones preexistentes, y un sistema inmunológico más débil.

Todo esto aumenta la susceptibilidad a los efectos negativos del humo de segunda mano, y puede generar complicaciones en las condiciones de las que ya padecen este grupo de personas.

Una gran parte de estos efectos negativos, también se extienden de manera general a los adultos que comparten espacio con una persona que fuma. Better Health menciona que una persona que no fuma, pero que está expuesta al humo de segunda mano, tiene entre un 20 y un 30 % más de probabilidades de desarrollar cáncer de pulmón, y otros tipos de cáncer como el cáncer de boca, el cáncer de garganta y el cáncer de laringe.

Asimismo, está expuesta a enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, aterosclerosis y muchas otras enfermedades vinculadas al tabaquismo. 

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¿Cómo protegerse del humo de segunda mano?

Para protegerse del humo de segunda mano es importante tomar algunas medidas, empezando por mantener todos los espacios de la casa libres de humo; no permitir que nadie fume dentro de la casa; y evitar lugares en los que otras personas estén fumando.

Estas son medidas que puede tomar una persona que se quiere proteger de los efectos negativos del humo que generan los productos del tabaco. Sin embargo, los fumadores también pueden tomar medidas, ya que de esa manera protegen a sus seres queridos de las consecuencias asociadas al tabaquismo.

La salud y el bienestar de la familia y los amigos es una buena razón para dejar de fumar. Además, al hacerlo se ahorra dinero, se es un modelo a seguir, y se tiene más tiempo y energía para compartir con aquellos a quienes se quiere. 

Ejemplo de fumador pasivo evitando el humo del tabaco.

Preguntas frecuentes sobre el humo de segunda mano

Aunque ya hablamos de manera muy detallada sobre los riesgos que corre el fumador pasivo, es posible que existan algunas dudas respecto al tema. La mayoría no sabe, por ejemplo, cuánto dura el humo de segunda mano en un espacio cerrado, o cuáles son las señales que indican que es necesario acudir a un médico.

En los siguientes puntos abordamos todas estas dudas, y te damos algunas recomendaciones para que puedas mantener un buen estado de salud.

¿Cuánto dura el humo de segunda mano en una habitación?

NHS Inform señala que el humo de segunda mano puede durar hasta cinco horas en una habitación. Esto quiere decir que incluso si el último cigarrillo se fumó cuando una persona no estaba en casa, es posible que esté expuesta a los efectos negativos de este humo.

Los purificadores de aire y los aromatizantes pueden disimular el aroma del cigarrillo, pero no ayudan a que el aire se libere de los agentes tóxicos que se producen por este humo. Aunque no se puedan ver y no se perciban por el aroma, siguen afectando la salud de quienes los inhalan.

¿Quién se ve más afectado por el humo de segunda mano?

El artículo de la Cleveland Clinic que ya citamos en puntos anteriores, resalta que cualquier persona que esté expuesta al humo de segunda mano se puede ver afectada por sus efectos negativos. Sin embargo, hay personas que son más vulnerables que otras, o que tienen un nivel de exposición mayor.

Las personas que trabajan en el sector de servicios, por ejemplo, tienen un mayor nivel de exposición, porque llevan a cabo sus tareas en lugares en los que no es posible evitar el humo de segunda mano.

Asimismo, tal como señalamos al hablar de los efectos negativos del humo de segunda mano, los niños, las mujeres embarazadas y las personas mayores son más vulnerables a los efectos que producen los químicos y agentes cancerígenos presentes en el tabaco.

¿Cuándo es necesario acudir a un especialista en salud?

Para acudir a un especialista en salud no hace falta que empiecen a aparecer algunos de los síntomas vinculados al tabaquismo. Es importante consultar a un médico si se considera que el nivel de exposición al humo de segunda mano es muy alto, ya que de esta manera se puede evaluar su impacto y solventar cualquier duda que exista al respecto.

También es recomendable ir si aparecen algunos síntomas importantes como dificultad para respirar, problemas cardíacos, u otros problemas respiratorios. En algunos casos, es posible que se necesite llevar a cabo un tratamiento, sobre todo si se desarrollan enfermedades como la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).